domingo, 23 de mayo de 2010

LA FRUTA PREVIENE EL CÁNCER Y OTRAS ENFERMEDADES



El consumo diario de este alimento ayuda a fortalecer el sistema inmune, a mejorar funciones del organismo y a prevenir la aparición de enfermedades. Si se quiere prevenir la mayoría de las dolencias cardiovasculares, y reducir el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer, hay que mejorar los hábitos de vida: en otras palabras, ejercitarse, huirle al cigarrillo, controlar el estrés y, muy importante, cambiar la forma de comer. Mientras el exceso de harinas, azúcares y grasas juega en contra del organismo, los vegetales y las frutas frescas lo nutren, lo protegen e incluso -dicen algunos autores- lo curan.

Un informe del departamento de Dietética y Nutrición de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid (España) sostiene, por ejemplo, que "en los estudios hechos a lo largo del tiempo con diferentes poblaciones, siempre se ha encontrado una alta correlación entre el elevado consumo de frutas y verduras y la baja incidencia de males cardiovasculares". El problema es que "muchos siguen sin consumirlos en la cantidad que se necesita", dice la experta en nutrición Emma Ribas Feito.

Por su sabor, su presentación, su color, su textura y su disponibilidad en el país, las frutas son, para muchos, una mejor alternativa para empezar a mejorar la forma de alimentarse. Estas son algunas razones que vale la pena tener en cuenta:

Ayuda a eliminar toxinas:

Su alto contenido de agua (80 a 90 por ciento) facilita la eliminación de toxinas del organismo y ayuda a mantenerlo bien hidratado.

Mucha fibra:

Su fibra ayuda a regular la función del intestino y a evitar o a corregir el estreñimiento. La fibra, además, tiene propiedades que la hacen apta para la prevención y el manejo de algunas enfermedades, como el exceso de colesterol, la diabetes, la obesidad, los cálculos en la vesícula biliar, las hemorroides y las venas varicosas, los divertículos, el cáncer de colon y la úlcera.

Ricas en vitamina C:

Son fuente casi exclusiva de este nutriente. Los nutricionistas recomiendan tomar como mínimo tres piezas o porciones de frutas al día, procurando que una de ellas sea rica en vitamina C; en este grupo entran los cítricos, el kiwi, el melón y las fresas.

Contienen antioxidantes:

Estos protegen de enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, males cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer, como el de pulmón y el gastrointestinal. Estudios con pacientes afectados por cáncer han encontrado, por ejemplo, que uno de cada diez de ellos ha mantenido una pobre ingesta de frutas y verduras.


Fortalecen el sistema inmune:

Su gran contenido de vitaminas, minerales, oligoelementos y nutrientes, como los bioflavonoides, ayudan a regular las defensas del cuerpo.

No engordan:

Aportan cerca de 50 calorías por 100 gramos, que se derivan principalmente de hidratos de carbono complejos, casi todo en forma de fructosa. Su concentración aumenta cuanto más madura está la fruta. Contienen cantidades mínimas de grasas que son siempre insaturadas y carecen de colesterol, excepto el coco, que tiene una gran cantidad de grasa saturada.

Son fáciles de comer:

Tienen la ventaja de que se comen crudas, por lo que se aprovechan todos sus nutrientes. Tienen propiedades desintoxicantes: estimulan la función hepática y renal y ayudan a mejorar la pereza intestinal gracias a su contenido en fibra.
Extractos, buena manera de obtener nutrientes:

En su libro 'Jugos que curan', Alan Furmanski, promotor de salud, asegura que la mejor manera de obtener de las frutas y los vegetales las vitaminas, enzimas y minerales que el cuerpo necesita, es a través de extractos: "La fibra es crucial para el funcionamiento del sistema digestivo, pero nunca podríamos consumir la cantidad de vitaminas, minerales y enzimas que el cuerpo requiere, si nos comemos las frutas en su forma natural". Asegura, además, que al no tener fibra, los extractos (insiste: los hechos con extractor de jugos, no con licuadoras) facilitan la llegada de nutrientes, como los siguientes, directo al torrente sanguíneo:

Vitamina A: está en la alfalfa, los melocotones, el melón, la ahuyama, la espinaca y la zanahoria, entre otros.
Vitamina B12: está presente en muchos vegetales de tierra. También en vegetales marinos, como el dulce kelp.
Calcio: hojas verdes oscuras, tofu, ciruela, alfalfa.
Hierro: vegetales verdes oscuros, granos completos, duraznos, peras, ciruelas, calabaza, uvas pasas, soya.

Publicación Periódico El Tiempo, Bogotá, mayo 23 de 2010