martes, 24 de febrero de 2015

EL CAMOHE UNA PLANTA MILAGRO


Moringa es el único género de la familia Moringaceae. Este género comprende 13 especies, todas las cuales son árboles de climas tropicales y subtropicales.
La especie más popular es Moringa oleiferaárbol original de Kerala, estado de la India, conocido comúnmente como moringa. Esta variedad se cultiva en los trópicos. La variedad africana, Moringa stenopetala, también se cultiva ampliamente pero menos que la Moringa oleifera.
Esta planta originaria de la India fue descubierta por Médicos sin fronteras entre 1974 y 1976. Hay documentos que indican que en 1992 varios médicos quedaron varados en Malaui y que, como tenían que darles de comer a las personas, les dieron hojas de moringa como alimentos; por eso le llaman árbol milagrosoárbol de la vida.
Esta planta sirve como alimento es altamente nutritiva y ayuda a curar más de trescientas enfermedades, entre las cuales está el cáncer, la impotencia sexual, la depresión, la migraña, los miomas, el cansancio físico, entre otras.



Contiene:

7 veces más vitamina C que la naranja
4 veces más vitamina A que la zanahoria.
25 más hierro que la espinaca.
4 veces más calcio que la leche.
4 veces más fósforo y  potasio que los bananos.
36 antiinflamatorios, 46 antioxidantes que alivian el dolor y evitan el envejecimiento prematuro.




jueves, 12 de febrero de 2015

El bicarbonato y el limón excelentes para una buena salud

Bicarbonato sódico con limón y sus propiedades para la salud

El bicarbonato sódico o bicarbonato de sodio es un polvo blanco que se encuentra de forma natural o se produce industrialmente, su fórmula química es NaHCO3. Tiene muchas aplicaciones en la cocina, para el cuidado corporal, la salud, la limpieza de la casa e incluso para el jardín y los animales. El bicarbonato sódico es un producto sin aditivos, no es alérgeno, aporta muchos beneficios y utilidades, y además es muy económico. Sus detractores dicen que no sirve para nada mientras que sus defensores afirman que el bicarbonato sódico combinado con jugo de limón es un anti-cancerígeno. Pero si nos basamos en las referencias de datos probados son muchos los que confirmarán las propiedades del bicarbonato sódico. He aquí algunas de ellas:

•Alcalinizante: La mezcla de limón y bicarbonato sódico tiene la propiedad de alcalinizar el organismo. Sirve para combatir la acidosis que puede ocurrir cuando los riñones no están eliminando suficiente ácido del cuerpo o cuando el cuerpo produce demasiado ácido. También desintoxica y ayuda a perder peso.
Anticancerígeno: El pH externo de los tumores sólidos es ácido, como consecuencia de un aumento del metabolismo de la glucosa. Se ha demostrado que el pH ácido estimula la invasión de células tumorales y la metástasis in vitro. Estudios científicos han demostrado que su uso, al reducir la acidez, inhibe el desarrollo de determinados tipos de cáncer.(7)
•Digestivo: Esta mezcla es perfecta para que el estómago y todo el sistema digestivo funcionen mejor. Es anti-ácido y combate las flatulencias.
Combate la acidez provocada por el reflujo gastro-esofágico debido al ácido clorhídrico que sube por el esófago desde el estómago. El bicarbonato sódico neutraliza el ácido transformándolo en cloruro de sodio. El alivio es inmediato.
•Combate el exceso de ácidos en el organismo (ácido úrico, ácidos oxálicos)
•Depurativo: Ayuda a depurar el hígado, es antioxidante, rico en vitamina C y en potasio.
•Regulador: Beber agua mineral rica en bicarbonato sódico ayuda regular el nivel de colesterol malo LDL, lo que contribuye a mejorar la salud cardiovascular.
  


¿Cómo prepararlo?

Su preparación es de lo más simple: una cucharadita de té de bicarbonato sódico, una cucharadita de jugo de limón, se añade el agua mineral hasta llenar un vaso y se remueve bien. Beberlo en ayunas, tras una comida ligera o antes de cenar comer. Nunca tomarlo con el estómago lleno. No consumirlo más de dos semanas seguidas sin tener un seguimiento médico adecuado. El consumo excesivo de bicarbonato sódico puede llevar a la alcalosis o acarrear des efectos secundarios que pueden ser de diversa gravedad.

Efectos secundarios:

El bicarbonato sódico produce gas carbónico, normalmente inofensivo. Sin embargo, sus efectos se disminuyen al añadir el jugo de limón.

Contra-indicaciones::

Las personas que sufren de gastritis o son sensibles a esos dos productos deberán evitarlos.  Debido al sodio, las personas que sufren de hipertensión o problemas cardíacos también deben abstenerse. El bicarbonato sódico no se debe consumir en exceso ya que podría provocar alcalosis, un desequilibrio grave del organismo. Nunca debe tomarse con el estómago lleno, existen casos raros pero muy graves de lesiones en el estómago. Interacciones con medicamentos Consulta a tu médico si estás tomando medicamentos ya que el bicarbonato puede tener efectos adversos con determinadas sustancias.

¿Cómo saber si el bicarbonato no está caducado?

Si al verter unas gotas de limón se produce efervescencia es que el bicarbonato sódico no está caducado.

Otros usos del bicarbonato:

Además del uso alimenticio del bicarbonato, antes explicado, se puede utilizar para muchas otras cosas:
Limpieza dental: el bicarbonato ayuda a neutralizar las bacterias bucales responsables de la placa dental. En forma de enjuague.
Blanquea tus dientes: Además de limpiar los dientes y combatir la placa dental, el bicarbonato ayuda a mantener blanco el esmalte dental. Para el blanqueo de los dientes es mejor no abusar y no usarlo más de una vez por semana. Leer trucos naturales para blanquear los dientes.
•.Ayuda a prevenir las infecciones urinarias al combatir la acidez  excesiva de la orina.
Contra las aftas y el dolor de garganta: en gargarismos, el bicarbonato alivia las molestias y el dolor.
Para lavar el pelo graso: Un poco de bicarbonato a modo de champú elimina el exceso de grasa en los cabellos, se deja actuar unos minutos y se enjuaga bien. El bicarbonato tiene capacidad abrasiva por eso no debe usarse más que una vez por semana. Leer aquí cómo usar el bicarbonato como champú.
Contra el olor de los pies: baños de pies con agua y bicarbonato para destruir los ácidos producidos por las bacterias responsables del mal olor. Es eficaz contra la micosis.
•Para aliviar las picaduras de los insectos: se prepara una pasta con bicarbonato y unas gotas de agua, se aplica en la zona de la picadura.
Para calmar la piel demasiado expuesta al sol: unas cucharadas de café en un baño con agua tibia alivian la piel. El baño con bicarbonato, por sus propiedades alcalinas, hacen que sea muy relajante.
Desodorante: Sobre la piel de las axilas ligeramente húmeda se espolvorea un poco de bicarbonato. Es hipoalérgeno y sus propiedades neutralizarán los ácidos bacterianos responsables del mal olor.
En repostería: debido a su capacidad para desprender gas carbónico se usa para hacer pasteles y pan.
Para lavar las verduras gracias a sus propiedades antisépticas: se añade una cucharada de bicarbonato en el agua de lavar las verduras y se dejan en remojo unos minutos.



viernes, 30 de enero de 2015

¿Qué es y para qué sirve el Cloruro de Magnesio?



¿Qué es y para qué sirve el Cloruro de Magnesio?

El cloruro de magnesio tiene una acción directa en la mejora de osteoporosis, bursitis y artrosis, además de otras propiedades.

El magnesio es un tranquilizante natural que mantiene el equilibrio energético en las neuronas y actúa sobre la transmisión nerviosa, manteniendo al sistema nervioso en perfecta salud.

Ampliamente recomendado para los tratamientos antiestrés y antidepresión.

• El magnesio (Mg) ayuda a fijar el calcio y el fósforo en los huesos y dientes.
• Previene los cálculos renales ya que moviliza al calcio.
• Actúa como un laxante suave y antiácido.
• Es también efectivo en las convulsiones del embarazo: previene los partos prematuros manteniendo al útero relajado.
• Interviene en el equilibrio hormonal, disminuyendo los dolores premenstruales.
• Actúa sobre el sistema neurológico favoreciendo el sueño y la relajación.
• Autorregula la composición y propiedades internas (homeostasis).
• Actúa controlando la flora intestinal y nos protege de las enfermedades cardiovasculares. Favorable para quien padezca de hipertensión.

Testimonio del Reveendo Padre John Schorr:

El presente artículo fue redactado por el sacerdote Reverendo Padre John SChorr, del Colegio Chafarrínense, es además profesor de física y de biología y expresa conceptos sobre el Cloruro de Magnesio.

“Cuando tenía 61 años de edad estaba casi paralítico”, esto fue 12 años antes de comenzar el tratamiento con el Cloruro de Magnesio. Sentía puntadas agudas en la región lumbar (columna vertebral), incurable según la ciencia médica ortodoxa (es decir, los médicos). Al levantarme de la cama por las mañanas, sentía un fuerte dolor en la columna que perturbaba todo el día.

Era causado por el nervio ciático, que apretaba la tercera vértebra, me lo hacía sentir sobre todo cuando estaba parado, lo que me forzó a trabajar la mayor parte del día sentado. Hubo un año, en que todo lo hacía sentado, menos la misa. Era un tormento y tenía que suspender mis viajes a causa del dolor.

Durante un verano muy seco sentí mejoría, pero luego empeoré más. Comencé entonces a rezar la misa sentado. Volví a la ciudad de Floreanàpolis (Brasil) buscando un especialista que me sanara. Me tomaron nuevas radiografías, y me dijeron que mis vértebras están duras y en avanzado estado de descalsificación.

Nada era posible hacer. Las diez aplicaciones de onda corta que recibía en la columna no detenían el dolor. Al colmo de no poder dormir ni siquiera acostado, a veces quedaba sentado en la cama. Hasta que descubrí que podía dormir en la posición fetal, así como duermen los gatos. Esto dio cierto resultado y solo despertaba para estirarme y enderezarme. Ya faltaba poco para no poder dormir ni siquiera en posición fetal.

Me preguntaba: Y ahora ¿qué puedo hacer? Estaba engañado por la medicina tradicional y así entonces apelé a Dios. Y le dije: amado Dios, estás viendo en este estado a esta criatura…te pido Dios mío que me des una solución para todos mis males.

Ocurrió entonces que pocos días más tarde me llevaron a Porto Alegre a un encuentro jesuítico.

Allí conocí al Padre Juárez, un sacerdote jesuita quien me contó que la cura de mis problemas de salud era algo muy fácil. Me dijo que para ello debía tomar el Cloruro de Magnesio, mostrándome escrito en un libro de medicina del Padre Poig, un jesuita español, conocido y prestigioso biólogo, que había descubierto las propiedades curativas del Cloruro de Magnesio, a partir de una experiencia familiar, curando a su madre quien por esa época se encontraba con artrosis en avanzado estado de descalsificación.

Los sacerdotes jesuitas siempre se destacaron por sus grandes conocimientos para curar las enfermedades utilizando medicina natural como las hierbas medicinales y los minerales puros. En tono de broma, el Padre Juárez me dijo: mientras tomes esta sal, solo te vas a morir si te das un tiro en la cabeza o si tienes un accidente.

Comencé a tomar una dosis diaria todas las mañanas. Tres días después, comencé a tomar una dosis a la mañana y otra a la noche. Así mismo continué durmiendo todo arrollado. Pero el vigésimo día, cuando me levanté estaba todo extraño y me dije: ¿Será que estoy soñando?, dado que ya no sentía dolores y hasta pude dar un paseo por la ciudad, sintiendo todavía en mi memoria el peso de diez años de sufrimiento con esta incomodidad y limitación.

A los cuarenta días pude caminar el día entero, sintiendo un pequeño peso y dolor en la pierna derecha. A los sesenta días, esta pierna dolorida estaba igual o mejor que la otra. Luego de tres meses sentía crecer la flexibilidad en los huesos y un inesperado alivio en todo mi cuerpo. Pasaron diez meses y puedo doblarme como si fuera una serpiente, sintiéndome otra persona.

El Cloruro de Magnesio, arranca el calcio depositado en los lugares indebidos y los coloca solamente en los huesos y más aún, consigue normalizar el torrente sanguíneo, estabilizando la presión sanguínea. El sistema nervioso queda totalmente calmo, sintiendo mayor lucidez mental, mejorando notoriamente la memoria, la atención y la concentración, la sangre se torna más fluida y más limpia.

Las frecuentes puntadas en el hígado desaparecieron y la próstata que debía ser operada hace años, ahora ya casi no me incomoda. Pero el efecto más importante de todos, fue el de haber sido preguntado por otras personas: ¿qué está pasando contigo que estás mucho más joven? … y yo les contestaba: Sí, la verdad me siento más joven y me retornó la alegría de vivir.

Es por esto que me veo obligado a difundir este remedio natural, como un agradecimiento a Dios por haber escuchado mis ruegos. Así es que envío copias de este articulo para toda persona que esté sufriendo, padeciendo dolores y malestares.

MODO DE PREPARACIÓN:
Hervir 1 litro de agua. Luego introducir el contenido de un sobrecito de 33 gramos de Cloruro de Magnesio (se consigue en farmacias), en una botella o recipiente de vidrio (no en plástico).
Agregarle el agua hervida fría para disolverlo, luego mezclar y tapar. De esta manera se obtiene una preparación pura que se mantiene inalterable. No es necesario guardarlo en la heladera.
Dosis recomendada: el equivalente a un pocillo de café, de acuerdo a la edad y la necesidad.
1. El Cloruro de Magnesio produce equilibrio mineral, como en la artrosis por descalcificación, reanima los órganos en sus funciones, como a los riñones para que eliminen el ácido úrico.
2. Regula la actividad neuromuscular y participa en la transmisión de los impulsos nerviosos.
3. Es un gran energizante psicofísico y equilibra el mecanismo de contracción y relajación muscular, previniendo la fatiga o cansancio muscular, evitando calambres y fortaleciendo los músculos, lo que es imprescindible en cualquier deportista.
4. Es necesario para el correcto funcionamiento del corazón pues desempeña un importante papel en el proceso de múltiples procesos biológicos.
5. Mejorando la nutrición y la obtención de energía, combate la depresión, los mareos y es un poderoso agente antiestrés.
6. Cumple una función primordial en la regulación de la temperatura del cuerpo.
7. Benéfico para evitar niveles altos de colesterol.
8. Regulador intestinal.
9.Juega un rol importante en la formación de los huesos.
10.También en la metabolización de carbohidratos y proteínas.
11. Es útil en problemas de irritabilidad neuromuscular como tétanos, epilepsia, etc.
12. Ayuda a disminuir lípidos (grasas) en la sangre y la arteriosclerosis purificando la sangre y vitalizando el cerebro, devuelve y conserva la juventud hasta avanzada edad.
13. Después de los 40 años, el organismo humano comienza a absorber cada vez menos magnesio en su alimentación, provocando vejez y enfermedades. Por eso, el Cloruro de Magnesio debe ser tomado de acuerdo a la edad.
14. Previene y cura la próstata y hemorroides.
15. Previene la gripe
16. Alarga la juventud.
17. Evita la obesidad.
18. Es preventivo del cáncer.
19. Evita la arteriosclerosis.
20. Es un excelente laxante.
21. Modera los trastornos digestivos
22. Reduce la bronquitis.
23. Evita los sabañones.
24. Actúa como desodorante.

miércoles, 21 de enero de 2015

Préstele atención a sus arterias, tienen muchas respuestas


Entrevista con las responsables de conducir el 18 por ciento de la sangre que sale del corazón.

Las arterias forman parte de un complejo entramado de ductos, que sumados tienen una longitud de 150.000 kilómetros, por los que circula la sangre de la que depende la nutrición y la vitalidad de todas las partes del cuerpo.

Dicen sentirse incómodas por el desconocimiento que la gente tiene de ellas y por el descuido permanente del que son objeto.

Lamentablemente, solo nos tienen en cuenta cuando empezamos a molestar y eso, a veces, ya es muy tarde”, dicen.

Bueno, tampoco es que no se sepa quiénes son...

Mire, la idea que tienen de nosotras es que somos unas mangueras que llevan sangre oxigenada a todos los rincones del organismo y eso no es tan fácil. Para hacerlo necesitamos una estructura y unas funciones muy especializadas que no se conocen.

Empecemos por la estructura. ¿Cómo es?

Imagínese un tubo con tres capas. Una externa, de colágeno muy elástico que nos deja dilatarnos; una media, de músculo que nos deja contraernos, y una interna, que forma un tapete llamado endotelio que produce sustancias y está en contacto con la sangre. Con ellas ajustamos presiones, modificamos flujos, aceleramos o paramos la sangre de acuerdo con las necesidades de cada órgano. No somos una mera manguerita, no señor.

¿Cómo es eso de las presiones?

Todo empieza en el corazón, que empuja la sangre con fuerza a las que somos más amplias. Al recibirla nos dilatamos y le mermamos velocidad, luego la enviamos a las arterias de menor calibre y ellas tienen la capacidad de apretarse o de agrandarse para aumentar o disminuir la presión del flujo. Imagínese el agua entre una manguera: sale más rápido y con mayor presión si el orificio de salida es pequeño y, al contrario. Claro, estamos inervadas por el sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático) que nos dice cuándo ampliar o reducir nuestros orificios de salida. Así funcionamos.

Ah... ¿Eso es la presión arterial?

Sí. Como puede ver, entre más elásticas y con buen calibre seamos, le ponemos menor resistencia al paso de la sangre para que fluya con la presión adecuada y llegue a los órganos sin dañarlos. Entienda, si perdemos elasticidad o reducimos de calibre, la sangre llega a su destino con más fuerza y poco a poco se lesionan tejidos y células de manera irreversible. Terrible.

¿Por eso es tan peligrosa la presión alta?

No solo por eso, también porque la tensión elevada puede rompernos y producir unas hemorragias las machas que pueden ser mortales.

¿Por qué pierden elasticidad y calibre?

Con la edad nos vamos endureciendo, eso se llama arterioesclerosis, pero también por la falta de ejercicio, el cigarrillo, la diabetes, la herencia, el colesterol y las grasas en exceso. Eso hace que nos degeneremos y nos lesionemos por dentro. Sobre esas lesiones se acumulan células como plaquetas y grasas malas que poco a poco van formando una placa llamada ateroma, que nos disminuye el calibre, incluso hasta taparnos.

Cuéntenos, ¿cuál es su relación con los infartos?

Volvamos a las placas. Ellas, además de disminuirnos el calibre, hacen que la sangre al pasar forme una turbulencia que, sumada a las plaquetas, logran que se coagule. Esos coágulos se llaman trombos, que también pueden obstruir el flujo en el sitio o desprenderse y tapar arterias más pequeñas. La obstrucción total, que deja un sitio sin sangre, se llama infarto. Algunos le dicen trombosis.

¿Y eso tan serio se puede prevenir?

Por supuesto. El ejercicio diario, la dieta baja en grasas saturadas, eliminar el cigarrillo, calmar el estrés y controlar la tensión arterial y la diabetes son cosas simples que nos ayudan mucho, pero que la gente desafortunadamente no hace. Aprovechamos la oportunidad para insistir en eso.

¿De qué más se enferman ustedes?

Como ve, nos endurecemos y padecemos arteriosclerosis, pero nos inflamamos también por infecciones o, por algunas enfermedades como la diabetes, nos podemos desgarrar y hasta deformar como en el caso de los aneurismas, que son adelgazamientos peligrosos en nuestras paredes que se pueden romper.

¿Hay alguna forma para saber si ustedes están sanas?

Claro, hoy todo es posible. Con el mero acto de tomarse la tensión arterial ya hay una idea, hay exámenes con imágenes o que miden el flujo. También se pueden determinar velocidades y ondas de pulso. Pero lo importante es que nos cuiden desde la casa, insistimos.

¿A propósito, cuantas arterias hay en el cuerpo?

La verdad, nadie sabe el número exacto. Imagínese, para garantizarle sangre a todo el organismo somos muchísimas. Claro, hay unas más populares, como las coronarias que le dan vitalidad al corazón, las carótidas que responden por el cerebro, la aorta que sale del corazón, las iliacas que llevan sangre a las piernas y las femorales que se les rompen a los toreros.

¿Algo más?

Que gracias por la oportunidad, que aprovecho para recordarle a todo el mundo que piense en nosotras, que nos demuestren cariño con ejercicio, comiendo sano, controlando la tensión arterial y mandando el cigarrillo al carajo.


Asesoría Gabriel Robledo K. Dr. Centro Cardiológico de Bogotá

miércoles, 1 de mayo de 2013

FELIZ CUMPLEAÑOS





¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Hoy primero de mayo nuestra familia recuerda con mucha alegría la fecha de nacimiento de nuestra hija Claudia Patricia Neira Amaya; naturalmente que festejar este acontecimiento que en vida celebrábamos con tanto entusiasmo, particularmente ella, nos conduce inevitablemente a esa reflexión que gravita inexorablemente en nuestras vidas sobre el ¿por qué? de su partida, acompañada de un sufrimiento indecible, de una lucha estoica, de la cual no se pudo reponer y que definitivamente la condujo a los acantilados del dolor y la aflicción, en donde su humano cuerpo yace, para erigirse a la inmortalidad del recuerdo de quienes la amaron y vieron en ella un ejemplo de realizaciones, convicciones, responsabilidades, sentimientos, respeto y dignidad.

Sus padres, hermanos, hijo, esposo y familiares, cuánto desearíamos tenerla en nuestros brazos, para mimarla, besarla y manifestarle ese amor tan grande, que como llamaradas se enciende en lo más hondo de nuestro ser. Ese tiempo que muchas veces pasa desapercibido y que no aprovechamos de una manera real, en expresar, amar, querer, brindar, apoyar, acompañar, con la plenitud del amor profundo que todo lo da, lo brinda y lo sacrifica.

Nuestra reflexión al construir estas sencillas líneas en homenaje a Claudita, es para que no nos distraigamos en pequeños disgustos, en esas diferencias que no pueden distanciar y que la tolerancia con sentimientos de amor verdadero no permiten que la manifestación viva de los sentimientos se ahoguen en individualidades, odios y resentimientos. Aprovechemos a nuestros seres queridos en vida, expresando lo que dicta el corazón, en el acontecer diario de la vida y no dejando para eventos especiales las manifestaciones del corazón humano.

Siempre nos toca recurrir a pensadores que una vez hablaron del tema de la muerte como por ejemplo:

Confucio: “¿Qué es la muerte? Si todavía no sabemos lo que es la vida, ¿Cómo puede inquietarnos el conocer la esencia de la muerte?”

Y José Martí, nos dice: “Toda muerte es principio de una vida.”

El escritor español Camilo José Cela, dice: “La muerte llama, uno a uno, a todos los hombres y a las mujeres todas, sin olvidarse de uno solo -¡dios, qué fatal memoria!-, y los que por ahora vamos librando, saltando de bache en bache como mariposas o gacelas, jamás llegamos a creer que fuera con nosotros, algún día, su cruel designio.”

Quiero compartir finalmente, un artículo muy bello sobre la vida y la muerte de Daisaku Ikeda, que nos deja gran enseñanza y especialmente la moraleja de este cuento y de esta fábula que es la misma vida.

La Vida y la Muerte
Por Daisaku Ikeda

La muerte es algo de lo que nadie puede escapar. La muerte sigue a la vida con tanta seguridad como la noche sigue al día, el invierno sigue al otoño o la vejez sigue a la juventud. Las personas se preparan para no sufrir cuando les llegue el invierno; se preparan para no tener que sufrir en la vejez. ¡Pero pocos se preparan para la certeza aún mayor de la muerte!

La sociedad moderna ha alejado su mirada de este problema tan fundamental. Para la mayoría de las personas, la muerte es algo a temer, algo terrible o si no, sólo la ausencia de vida, algo hueco y vacío. Y la muerte ha llegado a ser considerada incluso como algo "antinatural."

¿Qué es la muerte? ¿Qué ocurre con nosotros después de que morimos? Podemos intentar ignorar estas preguntas. Muchas personas lo hacen. Pero si ignoramos la muerte, creo que estaremos condenados a vivir una existencia poco profunda, a vivir insatisfechos, espiritualmente hablando. Puede que hasta nos convenzamos a nosotros mismos de que, de alguna manera, haremos una transacción con la muerte "cuando llegue el momento." Algunas personas se mantienen muy comprometidas en un sinfín de constantes tareas que le evitan pensar en los problemas fundamentales de la vida y la muerte. Pero en semejante estado mental, la alegría que sentimos es, en fin de cuentas, frágil y se encuentra ensombrecida por la presencia ineludible de muerte. Es mi firme creencia que enfrentar el problema de la muerte puede ayudar a traer verdadera estabilidad, paz y profundidad a nuestras vidas.

¿Qué es, entonces, la muerte? ¿Es sólo extinción, un retroceso hacia la nada? ¿O es la puerta hacia una nueva vida, una transformación en lugar de un fin? ¿Acaso es que la vida no es más que una fase fugaz de actividad precedida y seguida por la quietud y la no-existencia? ¿O será que tiene una continuidad más profunda, que persiste más allá de la muerte en alguna forma u otra?

Según el punto de vista budista, la idea de que nuestras vidas acaban con la muerte, es interpretada como una captación muy equivocada de la realidad. El budismo ve que todo en el universo, todo lo que ocurre en él, es parte de un inmenso tejido viviente de interconexiones. La energía vibrante que nosotros llamamos vida y que fluye a lo largo y ancho del universo no tiene principio ni final. La vida es un proceso continuo y dinámico de cambio. ¿Por qué, entonces, ha de ser la vida humana la única excepción? ¿Por qué ha de ser nuestra existencia algo arbitrario, aislado y desconectado del ritmo universal de la vida?
 
Nosotros sabemos ahora que las estrellas y las galaxias nacen, viven lo que les corresponde por naturaleza vivir, y mueren. Lo que es aplicable a las inmensas realidades del universo es igualmente aplicable al reino en miniatura de nuestros cuerpos. Desde una perspectiva totalmente física, nuestros cuerpos están constituidos por los mismos materiales y compuestos químicos que constituyen a las galaxias más distantes. En este sentido nosotros somos, literalmente, hijos de las estrellas.

Un cuerpo humano consta de unos sesenta billones de células individualizadas y la vida es la fuerza inherente que armoniza el infinitamente complejo funcionamiento de este arrebatador número de células. A cada momento, enormes cantidades de estas células mueren y son reemplazadas por el nacimiento de otras. A este nivel, cada uno de nosotros está experimentando día a día los ciclos de nacimiento y muerte.

En términos muy prácticos, la muerte es necesaria. Si las personas vivieran para siempre, tarde o temprano empezarían a anhelar la muerte. Sin la muerte, enfrentaríamos gran cantidad de nuevos problemas, desde la superpoblación hasta el hecho de que las personas tuvieran que vivir para siempre en cuerpos avejentados. La muerte hace espacio para la renovación y la regeneración.

La muerte debe, por consiguiente, agradecerse tanto como se agradece la vida, como una bendición. El budismo ve la muerte como un período de descanso, como un sueño a partir del cual la vida recobra energía y se prepara para nuevos ciclos de existencia. No hay ninguna razón para temerle a la muerte, para odiarla o para buscar desterrarla de nuestras mentes.

La muerte no discrimina, nos despoja de todo. La fama, la riqueza y el poder son todos inútiles en los solemnes momentos finales de la vida. Cuando el momento llega, en lo único que podemos confiar es en nosotros mismos. Ésta es una confrontación imponente ante la cual nos presentamos con la sola armadura de nuestra cruda humanidad, del registro real de lo que hemos hecho, de cómo hemos escogido vivir nuestras vidas. "¿He sido fiel a mí mismo? ¿Qué contribución he aportado yo al mundo? ¿Cuáles son mis satisfacciones o pesares?"

Para morir bien, uno tiene que haber vivido bien. Para quienes han vivido fieles a sus convicciones, para quienes han trabajado por llevar felicidad a los demás, la muerte puede venir como un placentero descanso, como un sueño bien ganado después de un día de agradable ejercicio.

Yo me sentí muy impresionado cuando supe sobre la actitud que asumió mi amigo David Norton, al confrontar su propia muerte, hace algunos años.

Cuando sólo tenía diecisiete años, el joven David era un bombero paracaidista voluntario que se lanzaba en las áreas inaccesibles con el fin de cortar árboles y excavar trincheras para impedir que los fuegos se extendieran. Él hacía esto, decía él, para aprender a enfrentar sus propios miedos.

Cuando tenía alrededor de sesenta y cinco años, le fue diagnosticado un cáncer avanzado y enfrentó la muerte con actitud de avance hasta encontrar que el dolor no lo derrotaría. Tampoco encontró él que la muerte fuese una experiencia solitaria. Según su esposa, Mary, rodeado por todos sus amigos, su marido enfrentó la muerte sin miedo, y se refería a ella como: "otra aventura; el mismo tipo de prueba que se enfrentan ante un fuego en el bosque."

"Yo supongo que lo primero sobre semejante aventura," dijo Mary, "es que es una oportunidad en la que uno puede desafiarse a sí mismo. Es salirse de situaciones que son cómodas, en las que uno sabe lo que está ocurriendo y en las que uno no tiene nada de qué preocuparse. Es una oportunidad para crecer. Es una oportunidad para uno transformarse a sí mismo en lo que uno necesita ser. Pero es algo que se debe enfrentar sin miedo."

El estar consciente de la muerte nos permite vivir cada día y cada momento lleno de agradecimiento hacia la incomparable oportunidad que tenemos de crear algo durante nuestra estadía en la Tierra. Creo que para disfrutar verdadera felicidad debemos vivir cada momento como si fuese el último. El presente nunca volverá. Podemos hablar del pasado o del futuro, pero la única realidad que tenemos es este momento presente. Y el confrontar la realidad de la muerte realmente nos permite generar creatividad ilimitada, valor y alegría en cada momento que vivimos.

domingo, 11 de noviembre de 2012

¿CÓMO VIVIR MÁS Y MEJOR?

En la isla de Samos, Grecia, la gente tiende a vivir 79 años, el promedio de expectativa de vida de ese país. Pero a solo 12 kilómetros de distancia, en otra isla llamada Icaria, donde los habitantes tienen el mismo legado genético y consumen la misma comida, buena parte de los habitantes llegan más allá de los 90 años. De hecho lo hacen a una tasa 2,5 veces mayor que en otros países desarrollados, y casi siempre con mejor salud. Se calcula que viven ocho años más sin cáncer, problemas cardiovasculares, demencia y depresión. Y mientras la mitad de los estadounidenses a los 85 años tienen ya signos de Alzhéimer, los de Icaria pasan esa marca con su mente intacta.

A esta isla del mar Egeo llegó desahuciado en 1976 Stamatis Moraitis. Sus médicos le habían diagnosticado cáncer de pulmón, con un pronóstico de 9 meses de vida. Griego de nacimiento, se había radicado después de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos, y decidió irse a morir a su patria chica. Inesperadamente, en lugar de caer en su lecho de muerte Moraitis empezó a sentirse mejor con cada día que pasaba. Consiguió trabajo y ha vivido normalmente hasta hoy, cuando a sus 97 años y sin rastros de cáncer, se cuenta entre los nonagenarios que plantean un gran misterio para la ciencia.
Esta isla hace parte de las llamadas ‘‘zonas azules’’, un grupo exclusivo de comunidades en donde la longevidad es la norma. Este lugar atrajo a Dan Buettner, un educador estadounidense, quien desde hace más de una década investiga dichos enclaves. Icaria, su más reciente descubrimiento, motivó su nuevo libro, Blue Zones, en el que hace un resumen de su búsqueda.

Comenzó a explorar el tema en 2002 con un solo lugar en mente: Okinawa, Japón. Por décadas esta isla ha sido reconocida por tener el mayor número de personas longevas y saludables en el planeta. Allí la población llega a edad avanzada a una tasa tres veces más alta que en Estados Unidos.

Al poco tiempo, con su equipo integrado por demógrafos y médicos expertos en el tema identificó otra nueva zona en la isla italiana de Cerdeña, que hoy tiene la tasa más alta de centenarios del mundo. Gracias al patrocinio de la National Geographic Society, encontró otro en la península de Nicoya, Costa Rica, donde habita una comunidad de mestizos que tiene la tasa de mortalidad más baja del país. El siguiente lugar fue Loma Linda, California, donde Buettner halló una comunidad de adventistas cuya expectativa de vida es diez años más alta que la de los demás estadounidenses. A medida que él y sus demógrafos señalaban en el mapamundi estos lugares con un círculo en tinta azul, se iban refiriendo a cada uno como zona azul. De ahí su nombre.
Buettner ha viajado a estos lugares para estudiar minuciosamente los factores responsables de la longevidad. Es cierto que en todos hay una historia de matrimonio entre parientes “pero hemos podido demostrar que su longevidad no se relaciona con los genes”, dijo el investigador a SEMANA. Agregó que la evidencia científica muestra que los genes solo pesan un 25 por ciento en la expectativa de vida. “El resto se debe al estilo de vida y al medio ambiente”. Por lo tanto, el foco de la investigación fue conocer qué hacían o dejaban de hacer los habitantes en los sitios.

Comer, rezar y amar
En Icaria identificaron el primer factor: los habitantes viven relajados. La gente se despierta tarde, hace siesta, no es prisionera del tiempo ni está preocupada por el dinero. “Nadie tiene reloj y la gente comparte la plata para comprar víveres”, le dijo un habitante. Llevar una vida lenta ayuda a prevenir la inflamación, que es la reaccióbn del cuerpo al estrés, y cuando es crónica puede promover problemas como aterosclerosis, diabetes, Alzhéimer y enfermedad coronaria.

El equipo de Buettner también notó que los habitantes de Icaria toman todas las tardes un té de hierbas hecho con mejorana, menta, romero, artemisia o yerba de san juan y limón. Una farmacista griega, Ionna Chinou, le dijo a Buettner que este té y otros que ellos consumen son remedios naturales. La menta ataca la gingivitis y los problemas gástricos; el romero sirve para la gota y la artemisia mejora la circulación. “Con estas bebidas posiblemente los icarianos mantienen baja su presión arterial”, dice el autor.
Su dieta, además, está basada en verduras, frutas, granos, aceite de oliva, leche de cabra y miel. Usan esta última para curar casi cualquier mal y reservan la carne para ocasiones especiales. Cultivan sus alimentos en sus propios jardines con lo cual garantizan que no están expuestos a pesticidas. Y siempre toman vino con las comidas.
Buettner así mismo supo que los habitantes de la isla son activos físicamente, pero a diferencia de países desarrollados donde la gente recurre a gimnasios, en este lugar el ejercicio es natural y no impuesto. La razón es que para ir de un lado a otro necesariamente hay que caminar por las colinas de la isla. Los viejos entre 65 y 100 años además reportan una vida sexual satisfactoria.

La incidencia de cada hábito en la longevidad tiene su explicación científica. Como los habitantes consumen pocas grasas saturadas y carne tienen menos riesgo de sufrir enfermedad coronaria. Tienen menos infartos, pues no solo el aceite de oliva aumenta sus niveles del colesterol bueno, sino porque dormir la siesta tres veces a la semana reduce 37 por ciento ese riesgo. El vino les sirve como antioxidante y no consumir azúcar ni harinas blancas los protege de la diabetes.

Pero la dieta y el ejercicio solo son parte de la respuesta. Buettner ha encontrado otros factores que pueden incluso ser más determinantes, como la estructura social. En Icaria, por ejemplo, los habitantes tienen su alto sentido de pertenencia, la comunidad está pendiente de cada uno y se asegura que a nadie le falte comida. Como se lo dijo un lugareño a Buettner, “aquí prima más el nosotros que el yo”.
En Cerdeña la estructura social también juega un papel importante pues la gente respeta a los viejos, que además siempre están activos y cumplen una función necesaria hasta su muerte. “Algunos estudios científicos han señalado que en los países desarrollados el retiro laboral tiene un impacto negativo que se traduce en una menor expectativa de vida”. En otras ‘‘zonas azules’’ como Okinawa y Nicoya, no existen estas etapas artificiales y los adultos, no importa su edad, siempre tienen un motivo para vivir. “Es una razón por la cuales importante levantarse cada mañana ya sea a enseñar karate o a cultivar vegetales en el jardín”, dice Buettner. Según expertos del National Institute of Aging de Estados Unidos, esta actitud añade años a la existencia.
El común denominador
 Lo más interesante del trabajo de Buettner es que si bien cada zona tiene su propia receta para la longevidad, se pudo detectar que muchos de los factores fundamentales son similares. Las dietas se parecen en que la mayoría están basadas en plantas frescas, granos y poca carne, lo que garantiza que sean bajas en calorías pero ricas en nutrientes. Esto a su vez ayuda a que las personas controlen su peso. La actividad física y mental también es común en todas las zonas. Ninguno es triatlonista pero sí hacen ejercicio de baja intensidad regularmente, casi siempre como parte de su trabajo.
 En total Buettner encontró 9 factores en común en estas cinco comunidades a los que bautizó como los poderosos 9 (ver recuadro). Su idea es que la gente los aplique en su estilo de vida cualquier lugar del mundo. “Hemos hecho esto en seis comunidades de Estados Unidos y hay evidencia de que funciona”, dice Buettner. En Albert Lea, Minnesotta, pusieron en marcha a partir de 2009 un estudio con 18.000 residentes que se inscribieron en el Proyecto de vitalidad de ‘‘zonas azules’’ basado en los hallazgos de Buettner.
El plan consiste en cambiar los estilos de vida en cuatro áreas, la dieta, el ejercicio, las redes sociales y el plan de vida. Para esto instruyeron a los participantes para que comieran mejor, fueran más activos, estrecharan lazos con los demás y tuvieran un propósito de vida, tal y como lo hacen los habitantes de las ‘‘zonas azules’’.
 Hasta el momento el experimento ha mostrado sus frutos: los participantes en conjunto han perdido 5.400 kilos y la expectativa de vida ha aumentado 3,1 años. Los expertos desarrollan un proyecto similar en Beach City, California con resultados positivos.
Nadie tiene la fórmula para vivir más. Pero Buettner está convencido de que quienes sigan estos lineamientos tendrán más posibilidades de llegar a la vejez con buena salud. Por el contrario, quienes viven al estilo estadounidense, dice el autor, tienen más posibilidades de acortar su existencia en más de una década. El objetivo de su proyecto es que, como le dijo una anciana de 101 años en Icaria, a la gente se le olvide morir.
Cómo imitarlos
A pesar de ser lugares muy distantes geográficamente, los habitantes de mayor longevidad en las cinco zonas de la tierra comparten ciertos estilos de vida. Buettner considera que si alguien los aplica en cualquier otro lugar podría beneficiarse con diez años extra.
1. Muévase: la actividad física es esencial y para lograrlo no se requiere ser maratonista. Una caminata diaria reportará beneficios para la salud.
2. Regule el peso: la idea no es hacer dietas pero sí lograr un régimen suficientemente sano para mantenerse en su nivel ideal. Buettner recomienda dejar de comer cuando el estómago esté 80 por ciento lleno, usar platos más pequeños y comer despacio.
3. Coma plantas: la mayoría de los longevos no tiene acceso a carne y solo la consume en ocasiones especiales. Su dieta se basa en vegetales y frutas, granos y productos hechos con harina. Las nueces deben ser parte de este régimen.
4. Tome vino: la clave para obtener el beneficio es hacerlo con constancia y en moderación. Una copa de vino tinto con cada comida es una costumbre de la mayoría de los centenarios.

5. Motívese: es necesario tener una razón para levantarse a diario. Puede ser algo tan simple como ver a los nietos, hacer una tarea o desarrollar un pasatiempo.
6. Haga la pausa: tome siestas, saque tiempo para estar con sus amigos, medite y deje poco espacio en su vida para el estrés, pues en exceso es fuente de problemas.
7Pertenezca: los centenarios saludables profesan una fe, están involucrados con causas sociales y tienen un sentido de pertenencia en sus comunidades.
8. Dele prioridad a la familia: es la red social más importante en estos lugares. La recomendación es acercarse a los seres queridos, invertir tiempo en ellos y establecer tradiciones y rituales para verlos.

9. Busque iguales: rodearse de personas que comparten estos mismos objetivos ayuda a cumplirlos.
Tomado de la Revista Semana.com.co