¿Qué
es y para qué sirve el Cloruro de Magnesio?
El cloruro de magnesio tiene
una acción directa en la mejora de osteoporosis, bursitis y artrosis, además de
otras propiedades.
El magnesio es un
tranquilizante natural que mantiene el equilibrio energético en las neuronas y
actúa sobre la transmisión nerviosa, manteniendo al sistema nervioso en
perfecta salud.
Ampliamente recomendado para
los tratamientos antiestrés y antidepresión.
• El magnesio (Mg) ayuda a
fijar el calcio y el fósforo en los huesos y dientes.
• Previene los cálculos
renales ya que moviliza al calcio.
• Actúa como un laxante
suave y antiácido.
• Es también efectivo en las
convulsiones del embarazo: previene los partos prematuros manteniendo al útero
relajado.
• Interviene en el
equilibrio hormonal, disminuyendo los dolores premenstruales.
• Actúa sobre el sistema
neurológico favoreciendo el sueño y la relajación.
• Autorregula la composición
y propiedades internas (homeostasis).
• Actúa controlando la flora
intestinal y nos protege de las enfermedades cardiovasculares. Favorable para quien
padezca de hipertensión.
Testimonio
del Reveendo Padre John Schorr:
El presente artículo fue
redactado por el sacerdote Reverendo Padre John SChorr, del Colegio
Chafarrínense, es además profesor de física y de biología y expresa conceptos
sobre el Cloruro de Magnesio.
“Cuando tenía 61 años de
edad estaba casi paralítico”, esto fue 12 años antes de comenzar el tratamiento
con el Cloruro de Magnesio. Sentía puntadas agudas en la región lumbar (columna
vertebral), incurable según la ciencia médica ortodoxa (es decir, los médicos).
Al levantarme de la cama por las mañanas, sentía un fuerte dolor en la columna
que perturbaba todo el día.
Era causado por el nervio ciático, que apretaba la tercera vértebra, me lo hacía sentir sobre todo cuando
estaba parado, lo que me forzó a trabajar la mayor parte del día sentado. Hubo
un año, en que todo lo hacía sentado, menos la misa. Era un tormento y tenía
que suspender mis viajes a causa del dolor.
Durante un verano muy seco sentí
mejoría, pero luego empeoré más. Comencé entonces a rezar la misa sentado.
Volví a la ciudad de Floreanàpolis (Brasil) buscando un especialista que me
sanara. Me tomaron nuevas radiografías, y me dijeron que mis vértebras están
duras y en avanzado estado de descalsificación.
Nada era posible hacer. Las
diez aplicaciones de onda corta que recibía en la columna no detenían el dolor.
Al colmo de no poder dormir ni siquiera acostado, a veces quedaba sentado en la
cama. Hasta que descubrí que podía dormir en la posición fetal, así como
duermen los gatos. Esto dio cierto resultado y solo despertaba para estirarme y
enderezarme. Ya faltaba poco para no poder dormir ni siquiera en posición
fetal.
Me
preguntaba: Y ahora ¿qué puedo hacer? Estaba engañado por la medicina
tradicional y así entonces apelé a Dios. Y le dije: amado Dios, estás viendo en
este estado a esta criatura…te pido Dios mío que me des una solución para todos
mis males.
Ocurrió entonces que pocos
días más tarde me llevaron a Porto Alegre a un encuentro jesuítico.
Allí conocí al Padre Juárez,
un sacerdote jesuita quien me contó que la cura de mis problemas de salud era
algo muy fácil. Me dijo que para ello debía tomar el Cloruro de Magnesio,
mostrándome escrito en un libro de medicina del Padre Poig, un jesuita español,
conocido y prestigioso biólogo, que había descubierto las propiedades curativas
del Cloruro de Magnesio, a partir de una experiencia familiar, curando a su
madre quien por esa época se encontraba con artrosis en avanzado estado de
descalsificación.
Los sacerdotes jesuitas siempre
se destacaron por sus grandes conocimientos para curar las enfermedades
utilizando medicina natural como las hierbas medicinales y los minerales puros.
En tono de broma, el Padre Juárez me
dijo: mientras tomes esta sal, solo te vas a morir si te das un tiro en la
cabeza o si tienes un accidente.
Comencé a tomar una dosis
diaria todas las mañanas. Tres días después, comencé a tomar una dosis a la
mañana y otra a la noche. Así mismo continué durmiendo todo arrollado. Pero el
vigésimo día, cuando me levanté estaba todo extraño y me dije: ¿Será que estoy
soñando?, dado que ya no sentía dolores y hasta pude dar un paseo por la
ciudad, sintiendo todavía en mi memoria el peso de diez años de sufrimiento con
esta incomodidad y limitación.
A los cuarenta días pude
caminar el día entero, sintiendo un pequeño peso y dolor en la pierna derecha.
A los sesenta días, esta pierna dolorida estaba igual o mejor que la otra.
Luego de tres meses sentía crecer la flexibilidad en los huesos y un inesperado
alivio en todo mi cuerpo. Pasaron diez meses y puedo doblarme como si fuera una
serpiente, sintiéndome otra persona.
El Cloruro de Magnesio,
arranca el calcio depositado en los lugares indebidos y los coloca solamente en
los huesos y más aún, consigue normalizar el torrente sanguíneo, estabilizando
la presión sanguínea. El sistema nervioso queda totalmente calmo, sintiendo
mayor lucidez mental, mejorando notoriamente la memoria, la atención y la
concentración, la sangre se torna más fluida y más limpia.
Las frecuentes puntadas en
el hígado desaparecieron y la próstata que debía ser operada hace años, ahora
ya casi no me incomoda. Pero el efecto más importante de todos, fue el de haber
sido preguntado por otras personas: ¿qué
está pasando contigo que estás mucho más joven? … y yo les contestaba: Sí, la
verdad me siento más joven y me retornó la alegría de vivir.
Es
por esto que me veo obligado a difundir este remedio natural, como un
agradecimiento a Dios por haber escuchado mis ruegos. Así es que envío copias
de este articulo para toda persona que esté sufriendo, padeciendo dolores y
malestares.
MODO
DE PREPARACIÓN:
Hervir 1 litro de agua.
Luego introducir el contenido de un sobrecito de 33 gramos de Cloruro de
Magnesio (se consigue en farmacias), en una botella o recipiente de vidrio (no
en plástico).
Agregarle el agua hervida
fría para disolverlo, luego mezclar y tapar. De esta manera se obtiene una
preparación pura que se mantiene inalterable. No es necesario guardarlo en la
heladera.
Dosis recomendada: el
equivalente a un pocillo de café, de acuerdo a la edad y la necesidad.
1. El Cloruro de Magnesio
produce equilibrio mineral, como en la artrosis por descalcificación, reanima
los órganos en sus funciones, como a los riñones para que eliminen el ácido
úrico.
2. Regula la actividad
neuromuscular y participa en la transmisión de los impulsos nerviosos.
3. Es un gran energizante
psicofísico y equilibra el mecanismo de contracción y relajación muscular,
previniendo la fatiga o cansancio muscular, evitando calambres y fortaleciendo
los músculos, lo que es imprescindible en cualquier deportista.
4. Es necesario para el
correcto funcionamiento del corazón pues desempeña un importante papel en el
proceso de múltiples procesos biológicos.
5. Mejorando la nutrición y
la obtención de energía, combate la depresión, los mareos y es un poderoso
agente antiestrés.
6. Cumple una función
primordial en la regulación de la temperatura del cuerpo.
7. Benéfico para evitar
niveles altos de colesterol.
8. Regulador intestinal.
9.Juega un rol importante en
la formación de los huesos.
10.También en la
metabolización de carbohidratos y proteínas.
11. Es útil en problemas de
irritabilidad neuromuscular como tétanos, epilepsia, etc.
12. Ayuda a disminuir
lípidos (grasas) en la sangre y la arteriosclerosis purificando la sangre y
vitalizando el cerebro, devuelve y conserva la juventud hasta avanzada edad.
13. Después de los 40 años,
el organismo humano comienza a absorber cada vez menos magnesio en su
alimentación, provocando vejez y enfermedades. Por eso, el Cloruro de Magnesio
debe ser tomado de acuerdo a la edad.
14. Previene y cura la
próstata y hemorroides.
15. Previene la gripe
16. Alarga la juventud.
17. Evita la obesidad.
18. Es preventivo del
cáncer.
19. Evita la
arteriosclerosis.
20. Es un excelente laxante.
21. Modera los trastornos
digestivos
22. Reduce la bronquitis.
23. Evita los sabañones.
24. Actúa como desodorante.